Equipamiento y cuidados especiales

PARTICIPACIÓN EN LOS CUIDADOS

Equipamiento y cuidados especiales

Equipamiento médico

Cuando veas a tu bebé, te darás cuenta que alrededor de su incubadora/cuna hay una variedad de aparataje médico que es necesario para monitorizarle y cuidarle.  El número de estos equipos es variable, normalmente depende de la situación clínica del recién nacido.

Poco a poco irás familiarizándote con cada uno de ellos y conociendo sus funciones. Según vayas aprendiendo sobre ellos y cogiendo confianza, podrás manipularnos según las necesidades de tu bebé y siempre en consenso con la enfermera responsable.

Incubadora, calor radiante y cuna

Se elegirá una incubadora, calor radiante o cuna según la madurez y estado de tu bebé. Puedes encontrar más información sobre por qué un recién nacido puede necesitar ayuda para mantener la temperatura en el capítulo Características de un bebé prematuro.

INCUBADORA

Permite controlar la temperatura y el grado de humedad que queremos proporcionar y que adaptaremos a la edad gestacional y la edad postmenstrual del recién nacido. Cuanto más pequeño e inmaduro sea un recién nacido, su piel tendrá menor capacidad para controlar la temperatura, perderá más líquido por evaporación y el consumo de energía será mayor. Con el uso de la incubadora el recién nacido podrá mantener un ambiente térmico neutro (sin gasto energético adicional) y sus pérdidas a través de la piel se reducirán al máximo. Los recién nacidos muy prematuros necesitarán una incubadora durante las primeras semanas de vida. Algunos recién nacidos a término y prematuros tardíos también pueden necesitarla en algunas circunstancias, por ejemplo, si precisan fototerapia.

CALOR O CUNA RADIANTE


Consiste en una camita abierta donde la fuente de calor se proporciona a través de un colchón caliente y/o una estufa en la parte superior.

Estos dispositivos no permiten mantener un grado de humedad programable. Por ello, están indicados en recién nacidos más maduros, normalmente a término, en los que las pérdidas a través de la piel son menores. 

CUNAS


Cuando la situación de estabilidad clínica y la edad postmenstrual del bebé lo permiten, pueden pasar a una cuna convencional. Normalmente no dispondrán de ayuda para regular su temperatura, aunque en estos dispositivos abiertos se pueden utilizar unos colchones térmicos, los cuales emiten calor a una temperatura programada. La ventaja que ofrecen los dispositivos abiertos es la mayor interacción con el medio y los cuidadores. 

Luz y ruido

La estimulación sensorial que recibe el feto intraútero es la adecuada para la maduración y desarrollo óptimo del sistema nervioso y los órganos de los sentidos. El ambiente de la UCIN es muy diferente, y puede suponer una sobrecarga sensorial importante.

RUIDO


Un nivel adecuado de ruido y luz ambiental disminuye la frecuencia cardiaca, la tensión arterial y la frecuencia respiratoria. También influye en los patrones del sueño, alargando los periodos de sueño tranquilo. La colocación de sonómetros nos puede ayudar a cumplir los objetivos del nivel de ruido dentro de unos límites. Es importante evitar dar golpes en la incubadora porque retumba dentro de ésta, tener los teléfonos móviles en silencio, hablar con un tono suave evitando gritar y contribuir activamente a fomentar un ambiente tranquilo sin ruido. Nadie debe sentirse incómodo si se le invita a reducir el volumen de voz.

LUZ

En cuanto a la luz, los niveles recomendados pueden oscilar. El uso de cobertores, tanto en las incubadoras como en las cunas, nos ayudará a mantener el nivel óptimo de luz. Es importante, en la medida de lo posible, utilizar luz natural gradual, con una transición suave. Se debe de individualizar en función del grado de madurez y la situación clínica del niño. A partir de las 32 semanas de edad postmenstrual, se deben propiciar los ritmos día-noche, siempre que el bebé esté preparado clínicamente. Se recomiendan ciclos de 12 horas, alternando periodos de oscuridad que asemejen la noche, con periodos de luminosidad suave, preferiblemente de luz natural. Esto se realizará de forma progresiva. En ocasiones se precisan intensidades superiores para realizar procedimientos concretos, como canalizar una vía intravenosa o realizar curas. En estos casos, se tendrá cuidado y taparemos los ojos del bebé para evitar siempre la luz directa.

Monitores

Durante la estancia de cualquier recién nacido en la unidad de neonatos será necesario, en mayor o menor grado, monitorizar varias de sus constantes vitales. Disponemos de varios tipos de monitores que miden, de forma continua o intermitente, diferentes parámetros fisiológicos. El análisis de estos registros, junto con la observación directa, permite evaluar la situación clínica del bebé.

Constantes vitales

Alarmas

Todos los monitores permiten establecer un rango de valores deseables para cada parámetro medido, determinando los límites de alarma. Estos límites son individualizados para cada bebé en función de su edad gestacional y edad postmenstrual, así como de su situación clínica. 

Cuando una de las variables monitorizadas se encuentra fuera del rango establecido, el monitor nos alerta con una señal lumínica y acústica. Esa alarma del monitor no implica en sí misma una situación de urgencia o peligro para el bebé. Los pitidos y las alarmas dentro de nuestra unidad son muy frecuentes, y no deben representar un motivo de angustia o ansiedad constante para los padres.

¿Qué hacer cuando suena una alarma?

Ante cualquier alarma de un monitor, el primer paso es valorar si es una alarma veraz, o es el resultado de algún artefacto (se ha despegado un sensor, el bebé se está moviendo). Por tanto, lo primero siempre es observar al bebé para comprobar su estado. Todas las alarmas serán atendidas por uno de los profesionales a cargo de tu bebé. Los padres sólo pueden silenciar una alarma si así se lo indica algún profesional.

¿Ha coincidido con algo?

Un cambio en el estado del recién nacido puede desencadenarse por múltiples factores, aún estando el bebé “estable”. Por ejemplo, las pausas de apnea con/sin desaturación, con/sin bradicardia, pueden ser más frecuentes durante o tras las tomas, si el bebé no tiene una posición correcta que le permita respirar adecuadamente, si hemos desconectado al bebé de su asistencia respiratoria para aspirar secreciones o cambiar alguna pieza.

¿Cómo se ha recuperado?

Es importante describir si se ha recuperado espontáneamente, al eliminar el factor que lo había provocado (como los citados previamente), o si ha necesitado estímulo y/o aumentar el flujo o la concentración de oxígeno que se le suministra.

otros monitores

Monitor de función cerebral:

Este equipo registra la actividad eléctrica cerebral, que es un estimador de la función del cerebro, y permite detectar crisis convulsivas. Precisa de la colocación de unos electrodos mediante pegatinas sobre el cuero cabelludo.

Soporte respiratorio

Hay diferentes maneras de ayudar a tu bebé a mejorar su respiración si lo necesita. Puedes encontrar más información en ‘Problemas respiratorios’ sobre las causas por las qué tu bebé puede necesitar soporte respiratorio.

CÁNULAS NASALES DE BAJO FLUJO

Las cánulas nasales o “gafas” nasales de bajo flujo son unos dispositivos que permiten administrar un flujo de gas bajo a través de unas cánulas nasales de pequeño calibre. Este gas ha de ser húmedo y caliente, y puede ser oxígeno directo o una mezcla de oxígeno y aire.

CÁNULAS NASALES DE ALTO FLUJO

Las cánulas nasales de alto flujo son unos dispositivos que permiten administrar un flujo mayor que las cánulas de bajo flujo, lo que ayuda a mantener los pulmones más abiertos. El gas administrado es húmedo y caliente.

CUIDADOS DE CÁNULAS NASALES DE BAJO Y ALTO FLUJO
  • Elegir el tamaño de cánula adecuado, midiendo la distancia que hay entre los orificios nasales. Evitar la oclusión de las fosas nasales con las cánulas,que deberán ocupar sólo la mitad del diámetro de las mismas.
  • Dejar una separación entre las cánulas y la columela (zona central de la nariz que separa ambas fosas nasales) entre 0,3 y 0,5cm.
  • Evitar la presión sobre la nariz y la cara y proteger la piel de alrededor.
  • Valorar la presencia de secreciones y la necesidad de lavar y aspirar secreciones en fosas nasales y boca. No aspirar de rutina.
  • Vigilar la distensión abdominal.
CPAP

Los bebés que pueden respirar por sí mismos, pero que necesitan mayor ayuda que el alto flujo, pueden ser asistidos con una mayor presión que ayuda a mantener los pulmones más abiertos. El acrónimo CPAP corresponde a las siglas en inglés de presión positiva continua en la vía aérea (Continuous Positive Airway Pressure). Al entrar flujo a través de la nariz de tu bebé,  mantendrá abierta la vía aérea superior facilitando así la respiración. Esto se consigue a través de una pieza nasal, de ahí que hablemos de ventilación mecánica no invasiva.

La CPAP se puede administrar de diferentes maneras: con cánulas o con una mascarilla en la nariz. Dependiendo del sistema, tu bebé alternará entre la máscara y las cánulas para prevenir que se desarrollen heridas en la cara; y tendrá que usar un gorro para mantener el sistema en su lugar correctamente. 

cuidados
  • Elegir el tamaño adecuado de la pieza nasal y del gorro.
  • El gorro debe estar justo por encima de las cejas. La parte posterior debe llegar hasta la base del cuello. Hay que asegurarse de no doblar los pabellones auriculares.
  • No apretar las tiras de sujeción que unen la pieza nasal al gorro, ya que produce lesiones y moldeamiento de cara y cabeza.
  • Cada 3-4 horas debemos aflojar las tiras y soltar los tubos del respirador. Además, alternaremos el uso de mascarilla y cánulas, para cambiar los puntos de presión en el rostro del bebé.
  • Detectar desplazamientos o colocación indebida de la interfase.
  • El asa espiratoria de la CPAP es ruidosa para el bebé por lo que el extremo libre debe sacarse fuera de la incubadora.
  • Si se utilizan cánulas RAM, elegiremos el tamaño adecuado debiendo quedar separadas de la nariz, introduciendo sólo la mitad o un tercio de su longitud. Para la fijación de las cánulas a la mejilla del bebé se podrán usar apósitos para que no dañen la piel.
VENTILACIÓN MECÁNICA INVASIVA

Es una ayuda artificial a la respiración del bebé y es utilizado para mantener la función de los pulmones cuando el bebé no es capaz por sí mismo, debido a su prematuridad o enfermedad. Como en las modalidades anteriormente descritas, se introduce una mezcla de gases, previamente humidificada y caliente, en sus pulmones por medio de un sistema mecánico externo llamado respirador. El respirador va a estar conectado al bebé a través de un tubo (tubo endotraqueal), el cual se sitúa directamente en el interior de la vía aérea del bebé (tráquea). La colocación del tubo endotraqueal se realiza mediante una maniobra denominada intubación, a través de la boca (lo más frecuente) o de la nariz.

cuidados
  • Siempre con ayuda de enfermería, proteger la piel evitando que el sistema de sujeción se clave en la cara.
  • Lavar la boca una vez por turno. Mover levemente el tubo para cambiar el punto de apoyo dentro de la boca.
  • Verificar que el dispositivo de fijación está bien fijado a la cara del bebé. El adhesivo tiene que llegar hasta el nacimiento de cada oreja.
  • Comprobación por turno de la correcta posición del tubo. Para ello vigilaremos que la cinta adhesiva que marca el tope esté en la comisura labial.
  • Evitar que el tubo endotraqueal se doble.
OXÍGENO

La cantidad de oxígeno que hay en la sangre de tu bebé se mide con un sensor que se coloca en la mano o el pie. Si es necesario, se puede agregar oxígeno adicional al aire que respira tu bebé con todas las formas de soporte respiratorio mencionadas anteriormente. Este suministro adicional de oxígeno se mide y debe registrarse.

Sistema de aspiración

Esto se usa para eliminar las secreciones de la nariz, boca y garganta de tu bebé si le molesta. Se aspira a través de un tubo o sonda que la enfermera inserta en la nariz o la boca de tu bebé.

Si el bebé está intubado, van a tener un sistema de aspiración de secreciones especial con el que conseguiremos hacer la aspiración sin desconectar al bebé del respirador. Este sistema se denomina sistema de aspiración cerrada. Esta aspiración la realizan las enfermeras. Puedes avisarlas si detectas que tu bebé necesita limpiar secreciones, por ejemplo, tu bebé intenta toser, se notan las secreciones al ponerle la mano en el pecho o salen por el tubo endotraqueal.

Accesos vasculares

Son todos aquellos catéteres o vías alojados en un vaso (venas o arterias) canalizados para administrar medicación, sueroterapia o nutrición o para monitorizar la tensión arterial en los recién nacidos más enfermos. La elección del tipo de vía va a depender del tiempo previsto de tratamiento, de los requerimientos nutricionales y de la enfermedad de base.

Lámpara de fototerapia

Si tu bebé tiene ictericia se debe a que presenta un aumento de bilirrubina en la sangre (consulta también “Bilirrubina” en el glosario). Esto ocurre a menudo dentro de las primeras 2 semanas de vida. Si el nivel de bilirrubina en la sangre de tu bebé es demasiado alto (hiperbilirrubinemia), se deposita en la piel, dando una coloración amarillenta. Para reducir estos niveles se utiliza la exposición a una luz específica que elimina la bilirrubina de la sangre. Esto se llama fototerapia y se usa para evitar que la cantidad de bilirrubina aumente aún más y pueda ser perjudicial para tu bebé. Este exceso de bilirrubina es degradado, gracias a la luz, en productos de desecho que se eliminan a través de las heces y/o la orina.

¿Cómo se administra la fototerapia?

La fototerapia se puede administrar con una lámpara o a través de una manta (“bilimanta”). El nivel de bilirrubina en la sangre determinará si tu bebé necesita más de una lámpara o si podrá usar la bilimanta. El bebé estará tan sólo con el pañal, favoreciendo así que esté la máxima superficie corporal expuesta a la luz. Es importante cubrir con unas gafas sus ojos y no aplicar cremas ni aceites durante el tratamiento con fototerapia.

¿Durante cuánto tiempo se administra la fototerapia?

Una vez iniciada la fototerapia, se realizan controles diarios de bilirrubina en sangre.  La duración de la fototerapia dependerá de la cantidad de bilirrubina en la sangre aunque es habitual que la necesite durante unos días. Cuando el nivel de bilirrubina sea lo suficientemente bajo, se retirará la fototerapia y, tras unas horas sin ella, se volverá a extraer sangre para comprobar que la bilirrubina no ha aumentado nuevamente. Es común que se reinicie la fototerapia, pero sólo si el nivel de bilirrubina vuelve a ser alto. Para obtener más información, consulte el apartado ”Ictericia”. Para que el tratamiento tenga éxito, tu bebé debe estar bajo la lámpara el máximo tiempo posible. Esto puede significar que te pidamos que realice tomas más cortas al pecho.

Sonda vesical

El sondaje vesical consiste en la inserción de un tubo fino (sonda) en la vejiga a través de la uretra. Algunas sondas urinarias tienen un globo que les permite anclarse en la vejiga, evitando que se mueva y se pueda salir. Existen varias razones para realizar un sondaje vesical:

  • Obtención de una muestra de orina para un cultivo cuando se sospecha una infección del tracto urinario
  • Medición de la producción de orina (diuresis) para control más preciso en pacientes más graves
  • Aliviar la retención urinaria provocada por obstrucción del tracto urinario, trastornos neurológicos o determinados fármacos que deprimen la función normal de la vejiga impidiendo su vaciamiento
  • Medición de la presión intraabdominal (por ejemplo, defectos de la pared abdominal como onfalocele o gastrosquisis)
  • Intervenciones quirúrgicas

Aunque este procedimiento es mínimamente invasivo, pueden ocurrir complicaciones como: infección, traumatismo o pérdidas de orina alrededor de la sonda. Por eso, siempre intentaremos retirar el catéter lo antes posible.

PROCEDIMIENTO PARA EL CATETERISMO DE LA VEJIGA

El cateterismo vesical es una técnica estéril. Primero se realizará la higiene de manos, seguida de la colocación de guantes estériles. Se limpiará el área y se insertará suavemente la sonda, recubierta con lubricante anestésico. Una vez verificada su posición, se procederá al llenado del globo con agua estéril. El catéter se fijará a la piel de tu bebé para evitar que se tire de él accidentalmente.

ALGUNAS CLAVES PARA EL CUIDADO-VIGILANCIA DE LA SONDA

Es bueno que conozca las siguientes cuestiones:

  • El reservorio de recogida de orina nunca deberá permanecer por encima de la cintura del bebé, pues eso dificultará la salida de la orina facilitando las infecciones.
  • Asegurar una correcta fijación de la sonda con esparadrapo hipoalergénico para evitar tirones.
  • Prestar especial atención y evitar que la sonda o el sistema (tubuladuras que van al recolector) estén acodados o aplastadas.
  • Higiene: lávate las manos con agua y jabón antes y después de manipular la bolsa o la sonda. Cuando cambies el pañal y limpies la zona, evita contaminar la sonda con heces y, si no ha sido posible, lava la misma con agua y jabón.
  • En niñas tendremos especial precaución realizando la higiene a lo largo del periné desde delante hacia atrás, siempre en este sentido.

Ostomía

Un estoma es un orificio cuyo objetivo es poner en contacto el interior de un órgano con el exterior a través de un camino diferente al natural. Hablamos de ostomía cuando, mediante un procedimiento quirúrgico, se realiza dicha conexión. Nos enfocaremos exclusivamente en el cuidado y manejo de estomas del aparato digestivo ya que son los más frecuentes en el recién nacido. No obstante, si tu bebé tiene un estoma diferente, nosotros te ayudaremos para conocer su manejo y cuidados.

Tipos de estomas del aparato digestivo
  • Esofagostomía (estoma a nivel del esófago superior, a la altura del cuello)
  • Gastrostomía (estoma a nivel del estómago)
  • Duodenostomía (estoma a nivel del duodeno)
  • Yeyunostomía (estoma a nivel del yeyuno)
  • Ileostomía (estoma a nivel del íleon)
  • Colostomía (estoma a nivel del colon)
Cuidados del estoma

El estoma debe estar rojo, húmedo y suave. Puede sangrar un poco al frotarlo o tocarlo ya que tienen muchos vasos sanguíneos. El estoma no produce dolor ni incomodidad al recién nacido puesto que no tiene terminaciones nerviosas. Únicamente, tu bebe protestará en los cambios de bolsa o si se produce erosiones de la piel que rodea el estoma al entrar en contacto con los jugos gastrointestinales, en caso de no hacer buen sello la bolsa de recogida de desechos.

El estoma se lavará con agua y jabón neutro con una esponja suave, se retirará el jabón y se secará el estoma con una gasa con pequeños toques, sin frotar la mucosa del estoma. No se utilizarán productos antisépticos ni desinfectantes.

El cuidado del estoma se centrará en tres puntos:

ASPECTO Y FUNCIONAMIENTO DEL ESTOMA

El estoma siempre debe estar sonrosado; después de la cirugía estará inflamado, pero con el paso de los días se puede volver más pequeño y cambiar de forma. Vigilaremos que salga contenido, así como la cantidad, color y textura del mismo (amarillo, verdoso, grumoso, líquido, semilíquido, etc).

CAMBIO DE BOLSA

Actualmente existen dos tipos de bolsa colectora: bolsas de una sola pieza, que constan de un disco que se adhiere a la piel y una bolsa colectora, ambos unidos; y bolsas de dos piezas, compuestas por un disco que se pega alrededor del estoma, sobre el que colocará la bolsa. En ambos casos, la bolsa tiene una apertura para vaciarla. Se debe vaciar la bolsa en cada turno para vigilar y cuantificar la cantidad y características del contenido. La bolsa se cambiará cada dos días y siempre que se despegue el disco. Se intentará que el procedimiento coincida con el momento de realizar el aseo del bebé.

CUIDADOS DE LA PIEL QUE RODEA EL ESTOMA

La piel que rodea al estoma es muy vulnerable a la humedad y, eventualmente, a la erosión por el contenido intestinal. Para la prevención de la lesión de la piel es esencial proteger la zona de alrededor del estoma con productos barrera (cremas o emolientes), y ajustar el tamaño del dispositivo al tamaño del estoma, para evitar que haya fugas en la piel.


Cuidados de traqueostomía

Los cuidados de la traqueostomía durante los primeros días tras la cirugía los realizará el personal sanitario por el riesgo que existe de decanulación (salida de la cánula del orificio realizado en la cirugía lo que supondría que el bebé no reciba ventilación). No obstante, puedes observar cómo realizan los cuidados para que poco a poco vayas aprendiendo sobre ello y así poderlo hacer más adelante. Además, puedes colaborar con la contención de tu bebé durante los cuidados, así estará más tranquilo. 

Existen distintos tipos de cánulas y el cuidado de cada uno puede variar de manera que algunos cuidados serán individualizados en cada bebé. Los cuidados generales de la traqueostomía son los siguientes:

  • Cuidado de la fijación del estoma, limpieza con suero y secar bien alrededor del estoma. Vigilar el estado del estoma y de la piel periestomal.
  • Aspiración de secreciones por la traqueostomía.
  • Cambio de cánula (suele ser una vez por semana o antes si precisa).
  • El aseo por inmersión se puede realizar sin que llegue el agua a la zona del cuello.
  • En ocasiones, se puede dar de comer por boca. Esto siempre se realiza bajo supervisión de los profesionales.

Cura de heridas

La piel del recién nacido

La piel es el órgano más extenso del cuerpo que actúa, por un lado, como barrera protectora aislando al organismo del medio que lo rodea y por otro, como sistema de comunicación con el entorno. La piel de un recién nacido va a ser mucho más fina y frágil que la de un adulto. Se considera que a las 3 semanas de vida la piel del recién nacido a término está plenamente desarrollada. El recién nacido prematuro carece de grasa pues ésta se acumula en el último trimestre del embarazo. El aspecto de la piel es diferente a la de un recién nacido a término; es más fina, de color rojo intenso y con aspecto gelatinoso.

Por todo lo explicado, los recién nacidos se van a enfrentar a las siguientes situaciones:

  • Una barrera protectora ineficaz. Esto aumenta el riesgo de infección.
  • Una alteración de la permeabilidad de la piel que provoca una pérdida de agua y un mal control de la regulación de la temperatura
  • Mayor absorción de sustancias externas, por ejemplo, cremas o ungüentos
  • Riesgo de lesión por uso de adhesivos, dispositivos y manipulaciones relacionadas con el cuidado rutinario o tratamientos invasivos
  • Desarrollo de úlceras por presión
  • Sensación de dolor

Nuestros cuidados, por tanto, estarán encaminados a prevenir lesiones en la piel, velar por su integridad y curar las posibles heridas que puedan aparecer.

Prevención de heridas

La prevención es el arma más eficaz para no alterar la integridad de la piel. Esto implica una valoración detallada de tu bebé, considerando su susceptibilidad a desarrollar lesiones, y la adecuación de cuidados específicos para que esto no ocurra. Parte de estos cuidados van encaminados a la corrección y reducción de las causas que generen presión, tracción o fricción sobre la superficie, además de una hidratación general y específica. Es esencial, por tanto:

  • El uso adecuado de los dispositivos y su correcta colocación
  • Rotación periódica de los puntos de contacto de los dispositivos cuando sea posible
  • Cambiar la posición de tu bebé regularmente si su estado lo permite (cada 4 horas aproximadamente). Si tu bebé no puede tolerar un cambio de postura completo, cambiar ligeramente la posición de la cabeza y los puntos de presión sobre los que está acostado.
  • Valoración de la piel de tu bebé en cada movimiento.
Pasos a seguir en el cuidado de heridas
  • Comenzar siempre con higiene de manos
  • Retirada del apósito siempre en paralelo a la piel a favor del pelo. Humedecer previamente a su retirada con agua, suero salino fisiológico o aceite, para facilitar el despegue de la parte adhesiva de la piel
  • Limpiar la herida con suero salino fisiológico estéril
  • Aplicar gluconato de clorhexidina mediante una gasa empapada sobre la herida
  • Colocará el nuevo apósito ajustado al tamaño de la herida que se desea cubrir

Medicación

Los medicamentos pueden administrarse a través de diversas vías. No obstante, en este tema únicamente abordaremos las particularidades de la administración de medicación oral e inhalatoria. Si tu bebé necesita irse a casa con medicación subcutánea, nosotros te enseñaremos cómo administrarla.

MEDICACIÓN ORAL

Dependiendo de las semanas de gestación y situación de cada bebé, la administración será en la boca o, más habitualmente, a través de una sonda nasogástrica u orogástrica.

Técnica de administración
  • Si administramos el medicamento por boca, colocaremos al bebé en posición
    semisentada, e introduciremos la medicación en la cavidad oral mediante jeringa, derramándola sobre la cara interna de la mejilla. Debe hacerse despacio, verificando que el bebé va tragando la solución.
  • En el caso de utilizar la sonda, es imprescindible verificar la colocación de la sonda previa a la administración de la medicación. Debe lavarse la sonda entre una medicación y otra, y al finalizar la administración.
MEDICACIÓN INHALATORIA

Los medicamentos de inhalación se utilizan para ir directamente a las vías respiratorias. Los dispositivos que generan aerosoles se denominan inhaladores, y los que contienen partículas líquidas, se denominan nebulizadores. Se pueden utilizar ambos sistemas, independientemente del soporte respiratorio que necesite tu bebé. Los medicamentos de inhalación utilizados con mayor frecuencia son los broncodilatadores (dilatadores de las vías respiratorias).

Técnica de administración

La enfermera valorará siempre si el momento para la administración de la medicación inhalada es adecuado. La inhalación de medicamentos es más efectiva si tu bebé está tranquilo durante la inhalación.

  • Agitar el inhalador inmediatamente antes.
  • Hacer una o dos pulsaciones conectado a la cámara espaciadora “al aire” y comprobar que la misma se llena de partículas.
  • Si se utiliza la mascarilla facial, debe adaptarse perfectamente para cubrir sólo la boca y nariz del bebé, no otras zonas de la cara.
  • Si tiene gafas nasales es conveniente que las mantenga.
  • Si el inhalador debe insertarse en un sistema de ventilación mecánica se conectará lo más cercano posible a la entrada de aire de tu bebé
  • Hacer una pulsación y esperar 20 segundos o 6 respiraciones antes de administrar la siguiente pulsación, siendo dos el número de pulsaciones habitual.
  • Retirar el inhalador de la cámara y guardarlo.

El monitor